Aplicaciones prácticas de la Selenita, por Nuhmen

La selenita es una variedad de yeso, que se presenta formando cristales o masas cristalinas transparentes o de color blanquecino. El nombre de este mineral se debe al reflejo que éste emite al incidir la luz sobre él, que recuerda a la luz lunar. La palabra deriva del nombre de la diosa griega de la Luna, Selene.

La selenita es la piedra portadora de luz por excelencia, cuyas vibraciones eliminan la confusión y potencian la comprensión y la claridad mental al facilitar el trabajo meditativo a través del séptimo chakra, también llamado chakra coronario.

Es una piedra adecuada para la meditación y, precisamente por su vibración de alta frecuencia está muy recomendada para aquellos que desean trabajar con sus guías, tótems, ancestros o cualquier otra entidad procedente de la luz, a la vez que disipa toda influencia negativa o procedente del bajo astral. Para ello, basta con tener cerca o sostener una pieza de Selenita mientras se está meditando, aunque resulta especialmente eficaz cuando se realizan tramas o redes energéticas con esta piedra y uno se coloca en su interior.

Las esferas de Selenita pueden tener usos adivinatorios si se utilizan como bolas de cristal, ya que predisponen a la persona para la sesión adivinatoria y facilitan el tránsito de ésta a un estado de trance.

Nota: Es necesario recordar que la selenita es un mineral compuesto mayoritariamente por yeso, por lo que es muy fácil arañarla por accidente y, como todos los minerales de composición similar, es soluble en agua, por lo que no se aconseja limpiarla ni física ni energéticamente bajo el chorro del grifo.

selenita

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