La abeja y su mensaje, por Tine

Un animal, que por una parte, nos llama la atención a muchos. Aunque suele ser cosa de avispas, las abejas de vez en cuando pican, sí. Yo por lo menos de pequeño he vivido esta situación. Pero lejos de esta cuestión, también nos vendrá a la cabeza su miel, ese manjar tan valorado en la antigüedad antes de la aparición de la azúcar y otros derivados. Considerada hasta en algunas culturas como un producto de consumición reservado solo a las clases altas, aunque como sabemos, podríamos decir en cierto modo que está a manos de cualquier intrépido y habilidoso que se atreva a robar este bien a estas criaturas.

Pero dejando este tipo de cuestiones tan sumamente interesantes, adentrémonos en el mensaje y en los secretos que espera contarnos este ser tan magnífico. Mirar, en un momento bastante inestable de mi vida, este animal apareció dándome una enseñanza y un mensaje que nunca olvidaré y por eso quiero compartirlo con todos vosotros. Cuando los días soleados de verano eran para mi nublados y tristes. Cuando no tenía ni esperanzas ni ilusión al despertarme por las mañanas, un buen día este ser se apareció ante mí. Al despertar, escuché un zumbido que no sabía de donde procedía. Extrañado me levanté y miré alrededor. No veía nada, no sabía qué podría ser. Di unos pasos hacia el altar que tenía en mi habitación y allí estaba. Una abeja preciosa, posada sobre la figura de la Diosa. En ese momento, me quedé sin aliento y supe que era una señal. Después de investigar sobre este animal, sus hábitos, sus comportamientos, y su papel en las sociedades. Después de meditar y aprender de ella. Hay un gran mensaje que tiene por transmitirnos a todos este pequeño ser tan importante para el ecosistema.

La abeja es la representación de la organización, de lo reglamentado. Acordémonos como sus celdas están basadas a partir ni más ni menos que una forma geométrica. Por otra parte, representan la productividad, y la sabiduría sí. Pero una sabiduría entendida desde otro punto de vista: la sabiduría comunitaria. Como ya hemos dicho, sus celdas, sus nidos, están formados a partir de una forma geométrica, el hexágono, considerado por muchos el símbolo de la dulzura del corazón. La abeja como productora de ese néctar, de esa miel que es tan sumamente especial y dulce, nos transmite el mensaje de que la dulzura de la vida, está dentro de nuestros corazones. Aunque el mundo caiga, las esperanzas desaparezcan, y el día siga gris, dentro de nuestros corazones tenemos esa fuerza, esa dulzura interna que nos sustenta y que tenemos que encontrar. Nos recuerda en este sentido, que debemos de ser capaces de extraer la miel de la vida en esos momentos grises. Como hacen ellas. Extraigamos la miel de la hiel. Extraigamos ese punto de felicidad y de dulzura en momentos grises y tormentosos.

También es el símbolo de lograr lo aparentemente imposible a través del trabajo, del esfuerzo, de la perseverancia y de la esperanza que nunca muere en nuestros corazones. Podremos alcanzar lo que nos propongamos y no debemos de olvidar que el poder está dentro de nosotros, no fuera.

Así pues, para terminar. Este pequeño animal que en el mundo urbano y en la sociedad del siglo XXI pasa tan inadvertido, me ayudó a salir de un hoyo muy profundo.

Recordad, recolectar la miel del día a día. De todo, que se puede, os lo aseguro. Sacad la miel de lo imposible.

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