Levantando un altar a Hécate

Muchas personas me han preguntado sobre como hacer un altar para Hécate, ya sea como altar devocional o como altar para el rito de la Llama de Hécate.  Estos sencillos pasos os guiarán un poco en la construcción de vuestro altar a Hécate. Obviamente, podemos usar esta información para levantar un altar para cualquier otra deidad.

Es importante recalcar que estamos hablando de un altar físico, pues existen altares que pueden ser templos psíquicos y no sean construidos en el plano físico.

La palabra altar en español, viene del latín altus, que significa elevado. Los altares, desde siempre, han sido lugares altos donde se dejaban ofrendas para las deidades, y se consideraban un lugar entre el cielo y la tierra; aunque en algunas tradiciones el altar se coloca directamente sobre el suelo, en este caso nosotros no lo haremos.

1. El Trabajo Anterior.

Antes de comenzar a montar tu altar, deberás hacer un trabajo anterior. Pregúntate si sabes qué tipo de altar quieres (para qué finalidad, si será o no un altar permanente, si vas a trabajar frente a él y por tanto necesitarás un espacio que te permita moverte a su alrededor, etc), pregúntate si conoces a la deidad para la que levantas el altar. Lee e investiga sobre esta deidad, este proceso durará mucho tiempo, pero hay algunas cosas básicas que saber antes: quién es esta deidad, de dónde viene, qué culto tenía, qué se ofrendaba… Te recomiendo que además de buscar en la red, dediques un tiempo a investigar en libros, de diversos autores, hables con personas que tengan ya un altar o hayan trabajado con esta deidad, vayas a los textos antiguos de mitología… Uno nunca deja de aprender sobre las deidades, y mucho menos, debe limitar su trabajo al período de antes de montar el altar.

El conocimiento previo de la deidad es fundamental, y esto te permitirá, además,  ir buscando aquellos objetos que en este caso, te recuerden a Hécate y puedas usarlos para tu altar (dibujos, piedra, estatuas, hierbas, etc.)

Es importante que antes, estemos centrados en lo que vamos a hacer. Nuestro altar tendrá una serie de elementos que pueden cambiarse con el paso del tiempo, incluso otros que se irán alternando. Te recomiendo que busques una caja, un cajón, una cesta, un lugar a fin de cuentas, para guardar todo lo relacionado con este altar y que no siempre esté sobre él. En caso de que tu altar no sea permanente, puedes retirarlo todo cuando no lo uses y guardarlo en ese lugar escogido.

Otro punto a tener en cuenta, es que debemos limpiar primero el espacio donde irá nuestro altar. Esto no será una acción que hagamos sólo una vez, si nuestro altar es permanente, necesitará unos cuidados básico: limpiar el polvo, mantener limpio el lugar donde está (siempre cae cera, aceites, etc). Una vez una amiga me dijo que el altar es el espejo de la vida espiritual de las personas. Mantén tu altar ordenado y pulcro.

2. Alzando nuestro altar.

Tradicionalmente, los altares se colocan en el Este, que es el lugar por donde sale el Sol, pero esto no siempre es posible. Si no puedes colocar tu altar al Este, no te preocupes, muchos altares están orientados a otros lugares, alineados con las estrellas, o sencillamente, donde podemos ponerlo.

Una vez tenemos elegido el dónde, vamos a limpiar físicamente el lugar, y después a purificarlo.  Existen muchas técnicas de purificación, con el humo del incienso, con agua y sal… elige aquella con la que te sientas más cómodo. Purificar el espacio es una parte importante del proceso, y debemos ser meticulosos.

Algunas personas visten el altar con un paño o mantel, mientras que otras prefieren no ponerlo. Siéntete libre de hacer lo que te resulte más cómodo al respecto; pero si vas a poner un mantel, procura que los colores de éste se correspondan con lo que has estudiado antes sobre la deidad. En el caso de Hécate, podemos poner un mantel negro, rojo, verde, anaranjado, blanco e incluso azafranado.

A continuación vamos a purificar aquellos objetos que van a estar en nuestro altar. Habrás escogido imágenes (cuadros, fotos o estatuas), algún plato para las ofrendas, un lugar para poner las velas o el incienso… Lo purificamos todo antes de colocarlo en el altar, y vamos dando forma al cómo será. Es el momento de colocar aquellos objetos que hemos ido recogiendo, para que formen parte de él.

Llamaremos a Hécate (o la deidad para la que estamos preparando nuestro altar). Para hacer esto, usa la fórmula con la que te sientas más cómodo. Después entregaremos nuestras ofrendas, y las colocaremos en el altar también. Las ofrendas no son algo permanente, generalmente, sino que caducan con el tiempo. El proceso de limpiar el altar implica también la retirada de las ofrendas que ya no deben estar allí. Habla con tu corazón y entrega las ofrendas. Le diremos cual es el fin de nuestro altar, y si tenemos algo más que hacer (meditar, rezar, etc) podremos hacerlo en este momento antes de agradecer que haya estado con nosotros y despedirla.

Si tu altar no es permanente,podrás retirarlo y guardarlo todo.

3. Consideraciones.

Si tu altar es para celebrar un Sabat o Esbat con una deidad en concreto puedes usar el mantel del color de la festividad.

Muchas personas prefieren tener un altar a los dioses en general de la Wicca, en ese caso, puedes colocar además las velas de los Elementos y representaciones de los mismos.

Un altar es entre otras cosas, un lugar para comunicarnos con la divinidad y para honrarla, no existen dos altares iguales, es importante que entiendas que una parte de ti mismo se refleja en él. El altar siempre refleja la personalidad de su dueño, proyectando en él elementos de sí mismo. Para mi un altar es un elemento vivo, que cambia, se desarrolla, que debe ser alimentado, limpiado con regularidad y atendido debidamente. Como lo que es: un ser vivo.

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