Hekate Angelos, por Francis Aswhood

Tenía algo de material guardado acerca de Hécate y hoy, impulsado por un mensaje que llegó a mi bandeja de entrada, puse en común la información que tenía para intentar descubrir de dónde viene este epíteto y cómo se relaciona con esta diosa oscura. No sé si habré cometido fallos a lo largo de este rápido análisis o si resultará pesada su lectura. En cualquier caso espero que sirva a los que se interesen por esta extraña figura hecatiana.
Parece ser que este epíteto (Angelos), aparece en relación a Hécate en al menos un par de fuentes. Una de las fuentes es una inscripción votiva a Hekate Angelos en el santuario de Demeter Malophoros, que se encuentra en Selinus, al sur de Sicilia, que fue una colonia griega. En este santuario había una estancia dedicada a la Hekate Triformis, que está relacionada con los misterios de Eleusis. De esta fuente, a través del estudio del mito eleusino del rapto y rescate de Perséfone de los reinos de Hades, se pueden deducir algunas conexiones interesantes que creo que justifican de alguna forma el apelativo “Angelos” que se da a Hécate en este santuario.
Hécate en los mitos eleusinos
Según el Himno Homérico a Deméter, cuando Hades raptó a Perséfone, ningún dios ni ningún hombre oyó sus gritos, que llamaban a su padre, el dios Zeus. Solo Hécate escuchó su voz y más adelante en el Himno, Deméter, después de llevar nueve días buscando a su hija con una antorcha en la mano, al llegar el amanecer del décimo día, se encuentra con Hécate, que también llevaba su antorcha, y le cuenta lo sucedido. Es entonces cuando Deméter se desespera y debido a las consecuencias sobre la tierra de su ira, Zeus decide mandar a Hermes a rescatar a Perséfone de los reinos de Hades.
Y aquí llegamos a un punto de inflexión importante, pues Hermes es un dios de las transiciones, que guarda los espacios liminales y los portales. También guarda las encrucijadas, es mensajero de los dioses y es un dios psicopompo, guía de los muertos al Hades. En su aspecto de Hermes Chthonios comparte todas sus características con Hécate. Pero la historia va más allá.
Pausanias y Propercio dicen que Hermes Chthonios compartió lecho con un par de diosas del inframundo: Daeira y Brimo. Ambas diosas se equiparan a Hécate en diversas fuentes, y especialmente Brimo es un conocido epíteto de ella. Lo cual la haría consorte de Hermes Chthonios en su aspecto de Hekate Chthonia, o al parecer así podría haber sido en los cultos de Feres y Eleusis. Y aunque hay fuentes que contradicen esta hipótesis, en cualquier caso, ambos son líderes de las almas de los muertos y están relacionados con la vuelta en primavera de la diosa Perséfone.
Sin embargo en algunas versiones del mito eleusino, fue a Ella a quien Zeus envió al inframundo para buscara a Perséfone. Lo cual sería totalmente posible teniendo en cuenta lo que relata Hesíodo en su Teogonía; que Hécate es la única titánide a quien Zeus permite gobernar en los tres mundos (el cielo, la tierra y el inframundo) y como tal, puede viajar a todos ellos sin consecuencias. En este caso el epíteto de “Angelos” en la inscripción del santuario de Demeter Malophoros, encajaría a la perfección con esta interpretación de el papel que juega en esta versión de los mitos eleusinos.
Angelos en los mitos sicilianos
Pero aquí no acaba la cosa, porque resulta que ese epíteto se le daba también a la diosa Artemisa en Siracusa, que también está al sur de Sicilia. Esta ciudad fue el principal punto de colonización griega a partir del año 750 a.c. Y este periodo es de donde viene toda la influencia religiosa griega que tanto influenció a los cultos de la zona. De hecho, el santuario de Demeter Malophoros fue construido por ellos para honrar a su diosa de la fertilidad y lo fructífero, algo totalmente lógico después de una colonización como tal, ya que los inmigrantes griegos se dedicaban principalmente a la agricultura y de alguna forma tenían que propiciarla. Pero volviendo al tema…
La segunda fuente nos llega de un dramaturgo de Siracusa llamado Sofrón, que es del año 430 a.c. en cuya obra se encuentra un relato en el que Hera y Zeus conciben a una niña que ellos llaman “Angelos” y que está relacionada con Hécate. En el relato, Angelos es criada por unas ninfas a quien Zeus la entrega justo al nacer. Cuando se hace mayor, Angelos roba a Hera un ungüento que la hacía resplandecer cuando se lo untaba en la cara, y se lo regala a la diosa Europa, hija de Fénix. Al enterarse Hera, va en su busca para castigarla, pero Angelos huye y se esconde en un lugar impuro al cual Hera no consiente pasar. Angelos es una diosa con atributos psicopompos, ella puede viajar a los confines de la vida y la muerte, donde otros dioses no pueden estar. Esto parece reforzar la identidad de Angelos con Hécate.
El tema es cómo han llegado ambas a ser identificadas como una misma diosa. Los atributos que comparten ambas no son suficiente para determinar que son la misma deidad. La Angelos siciliana parece que podría ser una deidad nativa de la zona y que la diosa Hécate entra en juego tras un proceso de sincretización. Y es a través de esta sincretización que se conecta a Hécate con Artemisa, que como comentaba antes comparten el epíteto de Angelos en Sicilia. Y para justificar más esta posible relación, Teócrito, un poeta también de Siracusa, defiende en una de sus obras que A’ngelos, era el verdadero nombre de Hécate.
También leí la opinión de alguien que decía que incluso aunque no hubiera una deidad nativa siciliana, es lógico pensar que las deidades helénicas operen de distinta forma en los límites geográficos de los asentamientos griegos, ya que se encuentran variantes en los mitos y en el patrón de los cultos conforme más se alejan del centro de cultura griega. Y esto es así en todos los aspectos culturales de las civilizaciones.
Ahora, si analizamos el mito de Angelos, resulta que nos topamos con que lleva a cabo un acto ciertamente muy parecido al de Prometeo. El término griego que denomina al efecto que tiene el ungüento sobre el rostro de Hera esaithon, que está relacionado con aithêr, que es la sustancia brillante de las estrellas. Según el uso gramatical común de ese término, parece extraño que se emplee en relación a una parte del cuerpo humano. En el relato anterior, el término tiene un significado parecido a “resplandor llameante”. De aquí el símil con el mito de Prometeo, que roba el fuego de los dioses para entregárselo a los humanos. En el caso de Angelos, es el ungüento el que contiene las virtudes empíreas que en este caso es transmitido a la diosa Europa. Y también aquí resulta interesante la mención a esta diosa.
Europa es según la Ilíada hija de Fénix (el sol rojo) que la relaciona con el sol del atardecer o del amanecer, como parece indicar un posible origen etimológico del nombre que comparte raíz con el griego Érebo, que simboliza la oscuridad y el atardecer. Como diosa en sí misma parece no haber tenido ningún tipo de culto asociado en la antigüedad. Sin embargo resulta relevante considerar que Pausanias confirma en sus obras que Europa es el epíteto de Deméter en Lebadea, Beocia. Así que, a modo de análisis gnóstico del mito, es la propia Hécate quien roba resplandor estelar de la diosa Hera para alumbrar la oscuridad del mundo de las tinieblas, tal vez al servicio de los mortales. Lo cual además me hace recordar el encuentro entre Hécate y Deméter en el mito de Eleusis, que se produce al amanecer y donde Hécate se presenta con su antorcha.
Conclusión
Por lo tanto, recopilando un poco todo lo dicho hasta ahora y analizando los posibles atributos de la Hekate Angelos según todas estas relaciones, creo que se puede deducir qué representa en este aspecto mitológicamente del papel que cumple en los misterios de Eleusis. Cuando Perséfone vuelve del inframundo, Hécate la abraza y desde ese momento se convierte en su guía, compañera y protectora. Hay que recordar que incluso con la propia Deméter tiene una actitud parecida, cuando al encontrarse con ella, le dice que oyó los gritos de Perséfone y Hécate la toma de la mano y vuelan a gran velocidad a los reinos celestes. Al fin, lo importante de esto es tener en cuenta el aspecto de guía que supone esta faceta de la diosa oscura.
Pero no es una guía sin más que se limite a proteger y ayudar gratuitamente, sino que también actúa en cierta manera como conocedora del destino. Jamás se deja llevar por la ira y siempre actúa con la frialdad y la seguridad propias de alguien que sabe cómo actuar en todo momento. Siempre trae luz en los momentos de más oscuridad. Lo cual me hace pensar en ella como una diosa no solo capaz de viajar entre los mundos celestes e inferiores, sino también como conocedora del destino, y sobre todo con capacidad de transformarlo o interferir en él, de modo que sea posible aplicar la sabiduría de los misterios. Hasta es capaz de interferir en el destino de los dioses y de hecho sirve de guía en su desarrollo. Vemos cómo en el mito de Angelos, la diosa es capaz de eludir la ira de Hera, lo cual hace a este aspecto de Hécate capaz de protegernos en momentos en los que transgredimos las normas de nuestra propia naturaleza espirituales, para elevarnos a otros niveles.
Hekate Angelos aparece en momentos clave del viaje en el camino de los misterios, en un tiempo liminal, y está ahí para ofrecernos conocimiento que puede hacer que cambie nuestro estado de percepción, como una recompensa después de haber sufrido los embates de una búsqueda tortuosa. Teniendo en cuenta las cualidades de la diosa Ártemis, que mencionaba más arriba, en su dominio sobre los espacios salvajes y su carga protectora, podemos deducir aquí la actitud maternal que la diosa refleja en los mitos mencionados, pero sin dejar de lado su esencia como madre oscura, con rigidez y determinación en sus palabras, nunca pronunciadas en vano.
En este aspecto es la que nos puede ayudar a ver cuando nos hemos adentrado en un camino tan profundamente que ya no podemos ver o reconocer la tierra sobre la que pisamos. Ella es la que nos muestra el paso que ha de seguir, para adquirir la confianza que necesitamos para continuar el camino. También la que nos da cobijo en un lugar seguro, hasta que adquirimos esa confianza renovada en nosotros mismos, tras haber integrado Su conocimiento, habiéndonos armado con Su luz, en nuestro interior. Por ello creo que es un aspecto más activo de su papel como Hekate Phosphorus… pero al final, como se deduce de las fuentes, Angelos es un epíteto que solo se encuentra localmente en Sicilia, y tal vez los epítetos sean equivalentes entre ellos. Lo que es innegable es que, aunque no lo fueran, serían totalmente complementarios si este análisis de Angelos no es erróneo. La respuesta está en los mitos.
Fuente: http://diosesehiralbos.blogspot.com.es

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