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Isthar, la Diosa de Babilonia

Isthar, la Diosa babilonica, es conocida en muchas otras culturas con diversos nombres. Voy a escribir un poco sobre su templo, y como se desarrolló su culto.

Isthar era conocida con ya dije en otras culturas con nombres distintos: se la identificaba con la diosa griega Afrodita y la Astarté fenicia. En algunas tradiciones era hija de Anu y Ki (la tierra), y en otras de Sim y Ningal (la luna). También se la identifica con Inanna.

La puerta de Isthar, era una de las Siete Maravillas del Mundo antiguo,
daba entrada a Babilonia.

Ishtar era hija de Sin (dios lunar) o de Anu. En carácter de hija de aquél, era la dama bélica; como descendiente de éste, el exponente del amor, la licenciosidad y la intemperancia y la violencia caprichosa hasta el extremo.

Bajo el aspecto guerrero se le rendía culto en Agade y en Sippar, con el nombre de Anunit. También tiene un carácter astral, ya que personifica a varios astros: a Venus, al Sol, la Luna, y a las estrellas reunidas en constelaciones. De ahí deriva la palabra estelar: todo el firmamento lleno de estrellas, proveniente de su nombre…

Ishtar estaba asociada al planeta Venus como estrella de la mañana, y en las fronteras de Babilonia se la representa mediante una estrella de ocho puntas. También se la representa de pie, completamente desnuda, con las manos encima del vientre, o sosteniéndose los senos, o blandiendo un arco sobre un carro tirado por siete leones.

En su aspecto de divinidad amorosa Innana/Ishtar es la protectora de las prostitutas y de los amoríos extramaritales, que por cierto no tenían connotación especial en Babilonia, ya que el matrimonio era un contrato solemne que perpetuaba la familia como sostén del estado y como generadora de riquezas, pero en el que no se hablaba de amor o de fidelidad amorosa.

“Una prostituta compasiva soy”, dice Ishtar. Innana/Ishtar no es una diosa del matrimonio, ni es una diosa madre. El matrimonio sagrado o la sacra hierogamia que se representaba todos los años en el templo babilónico no tiene un implicación moral ni es modelo de matrimonios terrestres, es un rito de fertilidad altamente estilizado con tonos litúrgicos.

Este es el mito del descenso de Ishtar a los infiernos:

“Era el tiempo de tristeza tras la muerte del dios de la Primavera Tammuz. La hermosa diosa Ishtar, que le amaba tiernamente, le siguió hasta las antecámaras de la Eternidad desafiando a los demonios que guardan las puertas del tiempo.

Pero en la primera puerta el demonio guardián obligó a Ishtar a entregar sus sandalias, que los hombres sabios dicen que simboliza entregar la voluntad.

En la segunda puerta la diosa tuvo que dejar sus enjoyados brazaletes de los tobillos, que los hombres sabios dicen que significa entregar el ego.

En la tercera puerta entregó sus ropas, que supone entregar la propia mente.

En la cuarta entregó los cuencos dorados que cubrían sus pechos, que es como entregar la actividad sexual.

Y en la quinta puerta entregó su collar, que supone desprenderse de éxtasis de la Iluminación.

En la sexta puerta entregó sus pendientes, que significa entregar la magia.

Y finalmente, en la séptima puerta, entregó su corona de mil pétalos, que es entregar la divinidad.

Solamente así, completamente desnuda, pudo entrar Ishtar en la Eternidad y rescatar a su amado.

La severa reina de las regiones infernales, Ereskigal, de mala gana permitió que Ishtar fuera rociada con el Agua de la Vida y partiera con Tammuz al reino superior”.

A Isthar se le ofrendaban leche, aceite, cerveza, dátiles y miel; y llevaban a cabo en su presencia oráculos. Llevaban un carnero y le frotaban los dientes con enebro, una planta que consideraban mágica y que purificaba a la bestia antes del sacrificio. Cuando el astro asomaba el sacerdote se colocaba una guirnalda roja alrededor del cuello y extraía el hígado del carnero en el que leía el designio divino para el rey y para la ciudad.

La Sacerdotisa que levantaba su templo, que no tenía siempre el mismo emplazamiento, debía esperar a la llegada de la Suma Sacerdotisa y tres ayudantes , para luego retirarse, pues ella sólo era la guardiana que lo mantiene en espera.

El templo de la diosa Isthar en Ishchali se encontraba asentado sobre una plataforma, de considerables dimensiones (101 por 67 m) y seguía en su disposición las plantas del anterior período neosumerio. El conjunto contaba con tres grandes puertas de acceso, flanqueadas cada una por dos torres, lo que contribuía, junto a sus muros con contrafuertes, a dar a toda la masa volumétrica el aspecto de una verdadera fortaleza. En su interior se hallaba el templo de Isthar-Kititum y otros dos santuarios menores.

Innana, abrazando la Sombra

En la mitología sumeria Inanna era la diosa del amor, de la guerra y protectora de la ciudad de Uruk. Con la llegada de los acadios Inanna se transformó en Ishtar. Su representación era un haz de juncos verticales con la parte superior curvada.

Asociada con el planeta Venus, se le identifica con la diosa griega Afrodita y con la Astarté fenicia. Entre los acadios fue conocida como Ishtar. Según la mitología sumeria era hija de Nannar (Sin en acadio, dios de la Luna) y Ningal (la Gran Dama, la luna) y hermana gemela de Utu, conocido en acadio como Shamash. Su consorte fue Dumuzi (semidiós y héroe de Uruk).

Según el mito sumerio de Enki e Inanna (en acadio Ea e Ishtar) el dios del agua Enki —una de las deidades más importantes— ocultaba los me, que eran todas aquellas formas de conducta y usos sociales necesarios para el funcionamiento del mundo. Pero Inanna, quiere llevárselos a su ciudad, Uruk. Para ello viaja por los cielos en su barca hacia el apsu, el hogar de Enki. Este, que está advertido de las intenciones de Inanna, prepara una fiesta para recibirla. Pero inanna aprovecha el convite y emborracha al dios. Cuando se repone, Enki manda a una serie de emisarios para que recuperen lo me, pero Inanni los vence y finalmente se lleva los me a la ciudad de Uruk desde donde se difunden.

En la tradición mesopotámica, otoño e invierno son épocas en las que la tierra recupera su fuerza y su pureza en contraposición con primavera y verano, épocas de florecimiento y fertilidad. En sumeria, esta época (otoño e invierno) se usa con el mismo fin religioso, recuperar la fuerza y mejorar internamente. Irkalla (tierra del no retorno) es el lugar al que van, según la tradición mesopotámica, las impurezas, los malos hábitos, las memorias que se pierden, así como el lugar al que van los muertos. La muerte, en la tradición mesopotámica, es un estado de purificación y mejora que conduce a una nueva vida.

En ese contexto cuenta la mitología sumeria que Inanna decidió bajar al inframundo para enfrentarse a su hermana y deidad opuesta, Ereshkigal. En la lucha Inanna murió, tras lo cual ningún ser en la tierra tenía deseo ninguno de aparearse: ni hombres ni animales. Ante esto, Enki crea a unas criaturas sin género que engañan a Ereshikigal consiguiendo que les entregue el cadáver de la diosa al que aplican el «agua de la vida». Así Inanna resucita, pero tiene que encontrar un sustituto que ocupe su lugar en ultratumba. Al volver a la tierra encuentra que su esposo Dumuzi ha ocupado su puesto, por lo cual es a él a quien envía al inframundo

Como consecuencia Dumuzi reina durante el otoño y el invierno, mientras Inanna reina durante la primavera y el verano.

Tuvo 7 templos en Sumeria a los que se pueden añadir ocho más según otra variante, aunque el mayor estaba en Uruk: el templo de E-anna, dedicado a ella y a Anu.

La ciudad de Uruk, dedicada a Inanna, tenía entre sus celebraciones varias de ámbito sexual y violento. Se tienen referencias del poema babilonio de Erra, en el cual se critica duramente la actitud de un rey de Uruk, que no trata con suficiente amabilidad a las «prostitutas, cortesanas y busconas […] a los chicos alegres que cambiaron su masculinidad por feminidad» así como los portadores de ndagas, portadores de navajas, chuchilas y pedernal ya que estos con sus actos agradan al corazón de Ishtar. Parece que el hecho de que los jóvenes durmieran en sus propias camas era algo preocupante y la copulación en las calles era una práctica habitual. El papel de la prostitución no está claro, y una posible función ritual ha sido discutida.

Como otras muchas diosas cuyo nombre significa «Reina del Cielo», tiene muchos nombres que representan algunos de sus poderes y atributos , su poder y su gloria a la cabeza del Panteón sumerio

Otros nombres de Inanna : Innin, Innini, Nin-me-sar-ra, the Lady of Myriad Offices / Reina de todo Me Ninsianna como personificación del planeta Venus, Nin.an.na, Reina del Cielo .Nu-ugiganna, Hierodula celestial, Usunzianna, Excelsa Vaca del Cielo, Inanna (Innin) Diosa. Templo en Zabalam. Protectora de Uruk (Erech). Asociada con la estrella matutina (el planeta Venus).

Era la diosa del amor y de la guerra, de la naturaleza y de la fecundidad, prolongación de la tradición de las antiguas «diosas madres» neolíticas , fue la protagonista de mitos tan arquetípicos como el del «descenso a los infiernos».

Se la identificaba con la diosa griega Afrodita y la Astarté fenicia. En algunas tradiciones era hija de Anu y Ki (la tierra), y en otras de Sim y Ningal (la luna).

Su consorte fue Dumuzi (Semidios y heroe de Uruk).

Inanna nos llama para abrazar la sombre. Está aquí para decirte que tu viaje al Mundo Inferior es el camino hacia la totalidad para tí, en este momento. Es el momento de danzar con tu sombra, de reclamar lo que se te ha negado, de abrazar tu propia «hermana oscura» tu yo oscuro. Necesitas todos esos aspectos de tí misma para alcanzar la totalidad en tu vida. TAnto si se trata de tu talento, de tu belleza, de tu vampiro interior, tu ira o tu locura, se te pide que lleves a cabo el viaje y abraces tu lado oscuro. Si estás ya en el Mundo Inferior, la aparición de Inanna puede indicar que el momento de tu regreso está a la vuelta de la esquina. Los viajes al Mundo Inferior para abrazarte a tu lado oscuro son una ley en sí mismos. Precisan de tanto tiempo como sea necesario; no es algo que puedas anotar en tu agenda. Cuando el momento de viajar ha llegado, hay que hacer el viaje, y el viaje no terminará hasta que regreses. Consuélate con el hecho de que todo viaje al Mundo Inferior tiene un final, y que sin duda regresarás de allí.

Fuentes:
Libro: El oráculo de la Diosa, Amy Sophia Marashinsky
http://es.wikipedia.org