Archivo por meses: julio 2014

Las brujas, por Tiné Estrella de la Tarde

«Por un brujo hay diez mil brujas´´

Escritor de la época de Luis III

contenido

1.1 Introducción

Me gustaría iniciar este tema echando un ojo al concepto de «bruja´´ que se tiene en la actualidad. Según la R.A.E, una «bruja´´ es: 1. f. Mujer que, según la opinión vulgar, tiene pacto con el diablo y, por ello, poderes extraordinarios. 2. f. En los cuentos infantiles tradicionales, mujer fea y malvada, que tiene poderes mágicos y que, generalmente, puede volar montada en una escoba. Con estas dos definiciones no hacemos más que asistir a una definición de «bruja´´ muy influenciada por la tradición cristiana de la cultura occidental. A lo largo de todo este cartículo, asistiremos al estudio y la evolución de la bruja en la Edad Media como figura reverenciada y perseguida a la vez.

1.2 Planteamiento general

Todos los pueblos primitivos empiezan de la misma manera. El hombre cazaba y se dedicaba al combate mientras que la mujer en el hogar, pensaba y engendraba a los niños y a los dioses. La figura de la bruja siempre estuvo presente en el paganismo. Brillaba con su propia luz y era respetada y encantadora. Llena siempre de ese halo de misterio que nos envuelve. Pero durante la Edad Media, la gran Sibila griega, ahora es bruja recluida en bosques y pantanos inundados por la niebla.

Durante mil años la bruja fue el médico del pueblo. Los emperadores, reyes y papas tenían algunos médicos musulmanes y judíos. En cambio el pueblo, el campesino trabajador de sol a sol, la «masa´´, consultaba a la mujer sabia. Conocida por nombres como «Hada´´, «Buena mujer´´, «la bella dama´´…etc.

No encontramos en la Edad Media a las brujas en grandes santuarios o templos. Asistimos a un cambio de morada. Ahora habita lugares siniestros, aislados, malditos, en ruinas etc. ¿Dónde iban a vivir si no en las tierras salvajes y temidas siendo perseguidas por el «inocente´´ cristianismo?

1.3 Origen de la bruja: La desesperación.

La bruja procede de la desesperación y de la Iglesia, puesto que «la Bruja es su crimen´´ como dice Jules Michelet en su libro: La bruja: Un estudio de las supersticiones en la Edad Media. La bruja, amante de la naturaleza, es perseguida por la Iglesia al rechazar esta a la naturaleza por impura y perturbadora. Los primeros cristianos rechazaban la naturaleza. Aquí está la clave, porque es en este punto, cuando la Iglesia establece una relación estrecha y directa entre Satán y la naturaleza,, y siguiendo este razonamiento la bruja no hace más que adorar a Satán. Esto ,en cierto modo es cierto, dado que la brujería está íntimamente relacionada con el medio natural y la naturaleza. Por tanto, al desaparecer el diablo desaparece la bruja. Así pues, la Iglesia da origen a la bruja del Medievo. Es ella misma la que crea esta figura tan característica que junto a las herejías van a poner en peligro la fe cristiana.

Jean-Baptiste-Colbert destronó literalmente a Satán desmontando el negocio a la Iglesia y a la inquisición al prohibir a los jueces que aceptasen procesos de brujería. Dudar de los actos del primero (la bruja) conlleva dudar de los actos del segundo (Satán). A partir de entonces la bruja se ganará el trabajo en mesas de juegos, espiritismo y en nuestros días, en los canales de televisión emitidos en la madrugada.

La clave reside en la desarticulación de la «gran familia´´. Antes de esta desarticulación la mujer carecía apenas de importancia al formar parte de la masa de individuos. Solo importa el hombre y el rebaño, que es lo que da de comer a la familia extensa. Pero la cosa cambia cuando las casas se separen, cuando empiece a proliferar la familia nuclear. La mujer y el marido se desvinculan formando una unidad nueva en caseríos o chozas frente a las lindes de los grandes bosques con el fin de cultivas fértiles tierras. El hogar aislado es el que da origen a la verdadera familia. La mujer está sola, no tiene vecinos. Se queda en casa mientras que el marido cultiva la tierra y trabaja con los cuatro corderos que tienen. Ahora, la mujer será dueña de su hogar. En los primeros momentos del cristianismo había aún muchas ventanas que tapiar, en el fondo, los antiguos dioses no habían muerto. La mujer sola en casa, sin estar bajo la mirada de la familia o la comunidad, habla en secreto con sus viejos dioses, viejos espíritus…La mujer solitaria en el hogar, guarda en su corazón compasión a los dioses antiguos. Durante unos años la situación se mantendrá así. Pero la bruja y sus prácticas se verán influidas por su entorno y las circunstancias del momento. Cuando el señor oprime con los impuestos, el marido trabaja de sol a sol en la tierra, la cosecha no es buena llevando consigo el hambre y la mujer de un buen campesino es desposada por primera vez, por el señor, en vez de por su marido, nacen los pactos con Satán. No encontramos pactos con «el maligno´´ hasta el siglo XII teniendo su apogeo en el siglo XIV, porque para que la voluntad se entregue junto al alma hace falta más que el deseo. Hace falta desesperación. La desesperación lleva al pacto, y el pacto lleva a que la figura de la bruja de un cambio por completo. Para que todo esto surgiese fue necesario que el mismo infierno fuese un alivio con la vida en la tierra. Por lo tanto podemos establecer una relación directa entre la crisis del siglo XIV y aumento de los juicios, quemas de brujas y pactos con el Diablo.

1.4 Las enfermedades y la bruja

Durante la Edad Media asistiremos a tres calamidades en tres siglos diferentes: La lepra, los casos de epilepsia y por último la temida peste en el siglo XVI. Es ahora cuando se abandona la medicina sagrada. Se dice adiós a las colas en la Iglesia los domingos para recibir agua bendita. Ahora, con miedo y con respeto se viaja a escondidas a los lugares donde habita la bruja. Se viaja a bosques, a pantanos… Lugares siempre temidos y respetados. La mujer no va a dejar que el hombre médico la asista, no le contará sus secretos sino que asiste a la bruja. Esta medicina, que no practicaban ni musulmanes, ni judíos era llamada «la medicina al revés´´. Recibía este nombre por la costumbre de asociar que Satán realiza todo al revés. En esta medicina se convierten venenos en remedios. Es aquí donde está la clave. La bruja al utilizar plantas, que en determinadas cantidades podían atentar contra la vida humana, es considerada como maestra de venenos y pócimas portadoras de la muerte, cuando no era más que maestra en medicina primitiva al lograr que algo que mata, calme el dolor o incluso sane. Como es el ejemplo del uso de la belladona por medio subcutáneo para calmar en cierto modo los picores de la lepra al producir un efecto sedante sobre el paciente.

1.5 Acusados de brujería

En las acusaciones de brujería el juez y el acusador tenían derecho por la Iglesia a confiscar las pertenencias y propiedades del acusado/a. La Iglesia se enriquecía con cada proceso judicial abierto porque tenía las de ganar. Pero frente a grandes épocas, donde los procesos de brujería salen de debajo de las piedras, en algunos lugares, como lo es Francia, asistiremos durante los reinados de Carlos VIII, Luis XII y Francisco I a ninguna condena de brujería.

En España sucede todo lo contrario. Con Isabel la Católica y el Cardenal Cisneros se incrementan las quemas de brujas en toda Castilla. La inquisición sería en Castilla una institución con amplísima libertad y autonomía. Nos encontramos en Europa con actos verdaderamente inhumanos como la quema de quinientas brujas en apenas tres meses al frente del Obispo de Ginebra (1514). La frecuencia de las acusaciones y de los juicios tiene mucho que ver con el lugar y la época. Cuando hablamos de lugar, nos referimos al poso cultural que pueda tener un área geográfica determinada. Asistimos a zonas donde la brujería y el esoterismo no son atacados con la misma contundencia. Tal es el caso de la brujería en los países escandinavos en comparación con la Castilla de Isabel la Católica. Por otra parte, cuando hablamos de época nos referimos al proceso de maduración de las ideas y al suceso de determinados hechos históricos, que están en estrecha relación con la evolución de la imagen de la bruja y el diablo. Como se ha ido viendo, la bruja no sale de la nada, no es un concepto que aparece de un día para otro. Es un concepto que ha ido sufriendo una evolución junto con las forma de enfrentamiento que tenía la Iglesia hacia ellas. Hasta el año 553, la Iglesia no tomó la decisión de condenar a los espíritus o demonios. En una Europa débilmente cristianizada convivían espíritus entre los hombres. Asistimos a una Europa, que en el fondo de su corazón, sigue siendo pagana. Poco a poco, se fue codificando la filosofía de los espíritus, puesto que para luchar con tu enemigo hay que tener claro cómo es. Esto es lo que hizo la Iglesia. Hacia el 1050 todo esto ya está perfectamente conocido. Pero no será hasta el siglo XIV, cuando asistamos a que la Iglesia se pronuncie y diga claramente que esos espíritus son demonios, hijos del mismo Anticristo, que quiere perturbar el mundo terrenal en eterna lucha con Dios. Curiosamente será el siglo XIV el siglo en el que estén en auge los pactos con el Diablo a causa de la pésima situación de Europa, como ya hemos venido comentando a lo largo del discurso.

1.6 Maellus Maleficarum

Para la lucha contra las brujas y brujos se escribieron numerosos libros que eran conocidos como los Mallei, pero estos manuales alcanzarán la perfección con el Meallus maleficarum de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger: Dos inquisidores escolásticos que aseguraban que el libro les había sido otorgado por poderes superiores. El Malleus es el libro más importante publicado en el contexto de la brujería y la caza de brujas. Fue publicado por primera vez en Alemania en el 1486 y más tarde difundido con rapidez por toda Europa. El libro recogía las astucias del Diablo, los medios y sus tácticas hábiles que hacía al hombre en un esclavo del «príncipe del viento´´.

«Hay que responder que aun hoy existen muchos que se equivocan en grande en este sentido, que excusan a las brujas y cargan toda la culpa sobre las artes del demonio, o atribuyen los cambios que aquéllas provocan a alguna alteración natural. Estos errores pueden aclararse con facilidad, primero, por la descripción de las brujas que San Isidoro ofrece en su Etimologice, cap. 9: «Las brujas se llaman así debido a lo negro de su culpa, es decir, que sus actos son más malignos que los de cualquier otro malhechor». Y continúa: «Agitan y confunden los elementos con la ayuda del diablo, y crean terribles tormentas de granizo y tempestades». Más aun, dice que confunden la mente de los hombres, que los empujan a la locura, a un odio insano y a desmesurados apetitos. Además, continúa, con la terrible influencia de sus hechizos, como si fuera con una pócima o veneno, pueden destruir la vida.´´

Fragmento del Malleus Maleficarum: «De si es una herejía afirmar que las brujas existen´´

1.7 Conclusión

La figura de a bruja ha sido muy castigada en Europa durante toda la Edad Media y lo seguirá siendo durante la modernidad, incluso hasta en nuestros días, hay casos de gobiernos que actúan directamente contra la brujería, con penas de muerte como solución. Recientemente, los países árabes han actuado en esta línea. Esto, muestra que queda mucho por recorrer en cuanto a la tolerancia, el respeto y la igualdad entre creencias y religiones. Mientras que en Europa, me atrevería a decir, que las brujas y brujos, han quedado relegados a la imagen de la tarotistas de la madrugada o estafadores. Mientras que en otros países, la existencia de estos personajes, se ve como una verdadera amenaza y ofensa contra la fe. Lo que en un pasado era reconocido y adorado, en otro tiempo es odiado y perseguido. La brujería en su forma de origen, nada tenía que ver con el diablo, pero como ya hemos visto, sería el cristianismo quien crease a la bruja y la bruja a la vez quien crease al diablo. Muchas personas quemadas en la hoguera injustamente. Otras tantas afirman haber pactado con el mismísimo príncipe de las tinieblas tras las torturas o tras haber hecho suyo, el discurso que la inquisición y los inquisidores habían construido. Aunque parece un tema que ha sido completamente abordado e investigado, no paran de aparecen en los archivos, procesos inquisitoriales que erizan el bello corporal al investigador que tiene la suerte de encontrarse con ellos.

1.8 Bibliografía:

Obras generales.

– ARIES, Philippe y Georges DUBY (Dirs.). Historia de la vida privada. Vol. 3. Del Renacimiento a la Ilustración. Taurus. Madrid. 1989.

– BOURDE, Guy y MARTIN, Hervé. Las escuelas históricas. Madrid: Akal, 2004.

– BUENO DOMÍNGUEZ, María Luisa. “La brujería: los maleficios contra los hombres” en Centro de Historia del Crimen de Durango. Nº 8 (2011), 125-142.

– BURKE, Peter. La cultura popular en la Europa moderna. Alianza. Madrid. 1991.

– BURTON RUSSEL, Jeffrey. Historia de la Brujería: hechiceros, herejes y paganos. Barcelona: Paidós Ibérica, 1998.

– CORNUZ, Jean Luis. Jules Michelet. Un aspecto del pensamiento religioso en el siglo XIX. Gènese: Droz et Lille, 1955.

– DONOVAN, Frank. Historia de la Brujería. Ediciones Prado. S.A, 1995.

– ELIAS, Norbert. El proceso de la civilización: investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas. FCE. Madrid. 1987,

– FRANCO RUBIO, Gloria A. Cultura y mentalidad en la Edad Moderna. Mergablum, Sevilla

– GÓMEZ, Elisabet. Brujería: ¿Religión o Liberación? Barcelona: Arborliber, 2004.

– HAAC, Oscar. Los principios inspiradores de Michelet. Puf: 1951.

– MICHELET, Jules. La Bruja: Un estudio sobre las supersticiones en la Edad Media. Madrid: Akal, 2009.

– MONOD, Gabriel. La vida y el pensamiento de Jules Michelet. París: Biblioteca de la Escuela de altos estudios, 1923.

– MONTER, E. European Witchcraft.

Fuentes primarias consultadas por Michelet.

– CALCAGNINI, Miscel. Magia amatoria antiqua. 1544.

– DEL RÍO. Disquisitiones magicae. 1599.

– DENIS, Ferninand. Sciences ocultes: Monde enchané et Historie des sciences au moyen àge.

– LELOYER. Historie de Spectres. París, 1605.

– LLORENTE. Inquisition d’Espagne.

– MAURY. Magie. 1860

– WRIGHT. The Sorcery. 1854