El Arte Hoy
De Robert Cochrane
La Brujería, de acuerdo a aquellos que son brujos modernos, es el Arte de los Sabios. Una creencia simple pagana, llena de antiguas tradiciones que son interesantes, simples virtudes, y –si fuéramos a creer a sus detractores– algunos antiguos vicios. De acuerdo con información adicional es una religión tradicional basada en un concepto sumamente simplificado de los trabajos de la Naturaleza. Es, como se deduce de sus rituales conforme se han divulgado, un intento de sobornar a la Naturaleza mediante varias acciones y creencias a estados maleables, de modo que la Naturaleza funcione de acuerdo a las necesidades del coven, y a lo que el coven cree ser bueno para la sociedad en general, en lugar de que la Naturaleza continúe a su dulce propio modo. Si fuéramos a creer las varias entrevistas llevadas a cabo en televisión y los periódicos, esto tiene un efecto no sobre la Naturaleza, sino sobre el brujo, ya que hay una noticia de una bruja que afirmaba que ella creía que el sol no iba a volver a salir si ella no emprendía sus rituales.
La faceta interesante a obtener de tales derroches de publicidad es que pareciera que el Arte rápidamente se ha convertido en una escotilla de escape para todos aquellos que desean regresar a una forma de vida más simple que la continua carga creciente de la sociedad contemporánea. En muchos casos el Arte se ha convertido en un refugio en el cual, aquellos que no han tenido éxito al resolver varios problemas personales, se esconden, mientras que el torrente de tecnología, bombas de hidrógeno, y todos los demás bienes de la civilización pasan de largo por encima sin causar daño.
La Brujería Moderna podría describirse como una tentativa del hombre del siglo veinte de negar las responsabilidades del siglo veinte. Es una creencia segura e ingenua de que la Naturaleza es siempre buena y amable. Es también una creencia, o así lo pareciera, de que si tu personalmente puedes ir hacia atrás en la evolución del pensamiento, entonces tal vez el resto del mundo pueda seguir el ejemplo. Muy bien, el Arte es todas las cosas para todos los hombres, si es una simple creencia panteísta para aquellos que piensan así, en eso se ha convertido, ya que los Misterios evolucionaron para todos los hombres, y el Hombre evolucionó para todos los Misterios. Lo cual de necesidad nos lleva a preguntarnos qué son los Misterios.
Todo pensamiento místico está basado en una importante premisa: la comprensión de la verdad en oposición a la ilusión. El estudiante de los ‘misterios’ es esencialmente un buscador de la verdad, o como las tradiciones antiguas lo describen, la “Sabiduría”. La magia es solo una consecuencia de la búsqueda de la verdad, y mantiene una posición inferior a la verdad. La Magia, que es el desarrollo de la voluntad total, es un producto del Alma en búsqueda del conocimiento último. Es una reflexión tardía de un asunto mucho más grande, la habilidad de usar una fuerza que ha sido percibida mientras se buscaba un objetivo más importante dentro del ser. Ninguna verdad genuina esotérica puede ser escrita o puesta en el marco intelectual del pensamiento. Las verdades implicadas han de tomar parte durante la comprensión del alma. La verdad de este grado no está sujeta al pensamiento empírico y es solamente aparente al ojo del que contempla, y a aquellos quienes han seguido un camino similar de percepción. A través de la historia de la humanidad han existido mitos, escuelas de sabiduría y maestros que han mostrado el camino para alcanzar un conocimiento básico del pensamiento esotérico y la filosofía mediante el uso de la inferencia en lugar del método directo para enseñar los acercamientos a la verdad cósmica. El secretismo de estos Maestros no tiene nada que ver con proteger los Misterios, ya que todo lo que puede decirse acerca de los Misterios ya ha sido escrito en el folclore, el mito y la leyenda. Lo que no se ha publicado es la explicación. Se reconoció que estas leyendas, rituales y mitos eran caminos que atraviesan muchas capas de consciencia hasta el área de la mente donde puede existir el alma en su totalidad. Estos y sus disciplinas y enseñanzas circundantes se convirtieron en lo que Occidente describe como los Misterios. Los Misterios son, en esencia, un medio por el cual el hombre puede percibir su propia divinidad inherente.
Durante la persecución los adherentes del sistema Mistérico pasaron a la clandestinidad y unieron fuerzas con las creencias aborígenes de las masas, y así se convirtieron en parte de la Brujería tradicional. Pasaron siglos y el significado que subyace a muchos rituales se olvidó, o relegó a observancias supersticiosas de la Naturaleza elemental. Mucho de los viejos rituales que han sobrevivido se osificaron y se repitieron de memoria, en lugar de por entendimiento. Consecuentemente se ha transformado en algo estático y remoto a su propósito original, que era el iluminar el mundo exterior. En los círculos cerrados de algunos covens hay más dogma e intolerancia de la que hay en muchas secciones de la moribunda iglesia Cristiana. Muchos brujos parecen haber dado la espalda a la realidad del mundo exterior y se contentan con seguir, como loros, rituales y creencias que saben que no tienen ninguna relación con el siglo veinte y sus necesidades. No ha existido causa para una religión de la fertilidad en Europa desde el advenimiento de la vertedera doble en el siglo trece, el descubrimiento de la siega, la crianza selectiva de animales, etc. Afirmar, como algunos brujos hacen, que hay una mayor necesidad en el mundo de fertilidad de mente que antes es subestimar hechos generales, ya que la Europa Occidental moral y socialmente ha avanzado más sin el Antiguo Arte y su séquito de supersticiones de lo que nunca lo ha hecho con él.
El valor del Antiguo Arte hoy día es que en él yacen las semillas de la Antigua tradición Mistérica. A través de esto, el brujo puede percibir los comienzos de aquello primordial en la sabiduría, el conocimiento de ellos mismos y de sus motivos. Los Misterios genuinos están abiertos a todos, porque cualquiera que tenga suficiente experiencia puede entender ese Mensaje básico. Cerrar la mente humana para protegerla de las circunstancias exteriores que son hostiles, no es una forma de descubrir aquello del interior de uno mismo que es lo más profundo, sino regresar a una madre claustrofóbica que finalmente va a asfixiar al hijo. Si, como se afirma, los Dioses son amables y Ellos son todas las cosas, entonces ¿por qué el brujo del siglo veinte huye tan rápido de ellos en la práctica de las “viejas Antiguas Artes”? En la fosilizada tradición supersticiosa hay profundos secretos escondidos, secretos plegados en las creencias y acciones más mediocres. Estos grandes secretos, secretos del alma y del destino, son solo aparentes a plena luz, no en el ilusorio mundo de Ye Olde English Wiccen. Si los brujos han de sobrevivir entonces la religión debe someterse a algunos cambios violentos y radicales. Cambios que diseccionarán el ritual para examinarlo, de modo que el contenido espiritual se vea claramente. Cambios que deben tirar de una patada muchas vacas sagradas para ver si todavía dan leche.
La filosofía inherente del Arte fue siempre fluida, y fluida debe volverse de nuevo antes de que dé la última boqueada bajo una montaña de desfasados disparates, una teología y filosofía a medio hacer. Los brujos no se pueden retirar del mundo durante más tiempo, no hay sitio para nosotros en esta sociedad a menos que tengamos algo válido que ofrecer, y participemos en su evolución social.
Copyright 1964 Robert Cochrane
Traducción: Francis Ashwood
Fuente: http://diosesehiralbos.blogspot.com.es